Blanca sombra
Una noche más, las sombras susurran mi nombre mientras trepan por mi cama y asen mis pies para arrastrarme hasta el abismo de mis pesadillas. Sin ambargo, lo que para otros podría ser eso, una pesadilla, para mí sigue siendo más agradable que esto a lo que llaman 'vida real'; porque, como dijo Yesh en " No eres tú ", "peor que las pesadillas y no poder despertar es estar despierto en vida sin nada en lo que soñar". Quizá Rosalía de Castro se equivocó al afirmar que la sombra la a-sombraba . Esas sombras son mis mejores amigas; siempre están ahí, acariciándome cuando nadie más lo hace, besando mis heridas con gesto maternal y recordándome que siempre van a estar ahí, formando un féretro al rededor de mi alma.